Importancia de entrenar las rodillas

Las rodillas son una parte sagrada de nuestro cuerpo pues están involucradas en cualquier actividad deportiva que realicemos, así como en nuestro día a día. Por ello, mantenerlas en forma es imprescindible para conseguir un mayor rendimiento y asegurarnos un menor riesgo de lesión.
A parte de ser una parte de nuestro cuerpo imprescindible para realizar actividades del día a día, la rodilla también interviene en el desplazamiento y mantenimiento de la postura. Si dicha articulación sufre cualquier tipo de alteración en su sistema estructural, por desgaste, por impacto o por desequilibrio, puede condicionar negativamente sobre la realización de cualquier actividad deportiva, y lo que es más importante, afectar también en la calidad de nuestra vida.
Por este motivo, es muy importante realizar ejercicio de forma consciente y moderada y reforzar los músculos que están implicados en la mecánica para un correcto funcionamiento. De esta forma, dicha actividad aportará todos los beneficios que requiere realizarla, disminuyendo el riesgo de padecer lesiones repentinas.
En el caso de que aparezca alguna alteración de rodilla, lo primero que hay que hacer es prestar atención y revisar otras zonas de nuestro cuerpo que puedan estar interfiriendo en la molestia, pues lo más normal es que una lesión de rodilla este producida por alguna disfunción en otra articulación. Por ello revisa tanto tus extremidades superiores (cadera), como inferiores (tobillo-pie), para intentar identificar el foco de la contusión.
ACCIONES QUE LAS PROVOCAN
Dentro del ámbito deportivo, lo más común es que se produzcan lesiones debido a torceduras o fuertes impactos, pero existen otro tipo de alteraciones como son la tendinitis o el desgaste articular, que pueden desembocar también en problemas de rodilla.
Pero más detalladamente estas son las alteraciones más comunes:
- Lesiones por impacto con desgaste del cartílago
Los continuos impactos que recibimos por caminar, correr, o hacer cualquier actividad de suelo, sobre todo cuando no se dispone de una técnica lo suficientemente correcta, provocan un choque articular en los cartílagos. A largo plazo, este problema hace que se acelere su desgaste y aparezcan condromalacias, una alteración desafortunadamente sin solución.
- Rotaciones con riesgo de rotura de ligamentos
La rodilla no está diseñada para realizar rotaciones, sino que su función es la de realizar movimientos de flexo-extensión. El problema se da en deportes como el fútbol o esquí, que requieren continuos cambios de dirección generando fueras de rotación y aumentando el riesgo de rotura de ligamentos. Tener una musculatura fuerte y trabajada aportará una mayor estabilidad y evitará que se den casos como este.
- Tensiones con probabilidad de tendinitis
Las fuertes e irregulares frenadas como las que requieren actividades como el tenis o el trail running (correr fuera de pista), generan tensiones muy elevadas en el tendón rotuliano dando lugar a la aparición de tendinitis rotuliana, manifestando dolor en la parte inferior de la rótula o al subir y bajar escaleras.
- Desequilibrios musculares
Muchas personas, principalmente deportistas, pierden habilidades como movilidad en el tobillo y oscilación pélvica, presentando movimientos disfuncionales como alteraciones mecánicas en cadera o pie, que darán lugar a una desestabilización de rodilla.
Para evitar este tipo de situaciones, lo mejor es realizar tanto ejercicios localizados, como movimientos más generales como squats, que engloben diferentes regiones musculares. De esta forma y para conseguir mejores resultados, no solo hay que incrementar la fuerza de los músculos implicados en su movimiento, sino que también se debe mejorar la coordinación intermuscular.
Las rodillas en las mujeres
Las rodillas de las mujeres tienen una disposición mecánica diferente a la de los hombres. Si es tu caso, debes saber que las caderas de una mujer son más anchas, generando una mayor probabilidad de desestabilización en la rodilla.
Por ello, y para que la rodilla realice su función de forma correcta y eficaz, deberás incluir en tu rutina de entrenamiento ejercicios de reforzamiento. El objetivo será mejorar la estabilidad en la cadera, reforzando el glúteo medio y así conseguir una mayor movilidad en el tobillo.

Equipo Redacción