¿Cómo interpretar el etiquetado de los alimentos?

Uno de los grandes desafíos al comprar un producto ocurre a la hora de interpretar el etiquetado. Bien sea por las letras diminutas, o por la variedad de términos incomprensibles, puede resultar difícil conocer la composición de determinados alimentos. El objetivo de leer las etiquetas no es otro que poder distinguir los buenos procesados de los alimentos más nocivos y de los ultraprocesados. ¿Cómo se diferencian?
La legislación es un tanto laxa y las empresas aprovechan para confundirnos entre tanto término. Por ello, vamos a intentar aportar información para que nuestro poder de decisión no se vea afectado por el marketing y las “trampas”.
¿Qué debe contener la etiqueta?
En general, en una etiqueta tenemos que encontrar:
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El nombre de la comida o bebida.
El nombre del alimento debe estar claramente indicado en el envase. Algunos alimentos tienen nombres inventados que no brindan información sobre lo que contienen o cómo se han procesado. En tales casos, se debe dar una descripción del alimento, para que no sea ambiguo ni engañoso. Si la comida ha sido procesada de alguna manera, el proceso debe incluirse en el título, por ejemplo: higos secos, cacahuete salado o salmón ahumado. El nombre también debe describir las diferencias entre productos aparentemente similares. Por ejemplo, un "yogur de frutas" debe aromatizarse con fruta real, mientras que un "yogur con sabor a frutas" puede aromatizarse usando aromatizantes artificiales.
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Lista de ingredientes
La lista de ingredientes debe incluir todos los ingredientes de la comida o bebida (incluyendo agua y aditivos), aunque existen algunas excepciones. Los ingredientes se deben enumerar en orden de peso, de acuerdo con las cantidades que se usaron para preparar el alimento, comenzando con el ingrediente más grande y terminando con el más pequeño.
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Bebidas que contengan alcohol o cafeína.
Las bebidas que contengan más del 1,2% en volumen de alcohol y con alto contenido de cafeína (más de 150 mg/l) deben indicarse claramente en el etiquetado
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Alérgenos
Hay 14 ingredientes alimenticios, leche, huevos, cacahuetes, frutos secos (incluyendo avellanas, almendras y nueces), pescado, moluscos (como mejillones y ostras), crustáceos (incluidos cangrejos y camarones), soja, cereales que contienen gluten (trigo, cebada, centeno y avena), apio, mostaza, semillas de sésamo, dióxido de azufre y sulfitos, que siempre deben estar claramente etiquetados, ya que se sabe que causan alergias e intolerancias en algunas personas. De acuerdo con la regulación europea (que entra en vigencia a partir de 2014), estos ingredientes o alimentos deben declararse en la lista de ingredientes y resaltarse de manera que se destaque en una fuente diferente o en negrita.
Si no hay una lista de ingredientes, por ejemplo, en una botella de vino, que contiene sulfitos, el alimento o ingrediente debe resaltarse en otro lugar de la etiqueta. En el reglamento, la información de alérgenos no puede repetirse en ningún otro lugar del empaque. Sin embargo, se permite publicar en la información de alérgenos, en la lista de ingredientes.
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Fechas de caducidad, consumo preferente y condiciones de almacenamiento
La mayoría de los alimentos deben estar marcados con una marca de fecha "consumir preferentemente antes" o "usar antes de", para que quede claro cuánto tiempo durará un producto una vez que se haya comprado y/o abierto. La fecha de "uso antes de" se usa para alimentos que son altamente perecederos como la leche, la carne o el pescado y, por lo tanto, no son seguros comer después de esta fecha, aunque no tengan un sabor diferente. Otros alimentos tienen una fecha de consumo preferente, después de la cual los alimentos pueden no ser los mejores en cuanto a sabor, color y textura.
También existe un sistema simple para indicar a qué temperatura deben mantenerse los alimentos y durante cuánto tiempo (se emplea para alimentos precongelados):
*-6 ° C durante 1 semana
** -12 ° C durante 1 mes
*** -18 ° C durante 3 meses
**** -18 ° C o más frío durante 6 meses (también se pueden usar para congelar alimentos frescos a temperatura ambiente)
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Instrucciones de preparación y almacenamiento.
Cuando sea necesario, las instrucciones sobre cómo preparar y cocinar los alimentos deben figurar en la etiqueta. Si la comida tiene que calentarse debe aparecer la temperatura del horno o del microondas. Por lo general, se debe indicar el tiempo.
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Etiquetado nutricional obligatorio en el "reverso del paquete"
Una declaración nutricional en el reverso del paquete será obligatoria para los alimentos preenvasados. Debe incluirse lo siguiente: valor energético (en kJ y kcal) y cantidad en gramos de grasas, saturados, carbohidratos, azúcares, proteínas y sal.
Se puede incluir más información, pero no es obligatoria para: monoinsaturados, poliinsaturados, almidón, fibra, vitaminas o minerales. Si se hace una declaración nutricional o de propiedades saludables en el envase, se debe declarar el nutriente en cuestión.
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Etiquetado frontal voluntario del paquete
La repetición de ciertos nutrientes del etiquetado de la parte posterior del paquete está permitida de forma voluntaria. Esta información debe incluir: valor energético solo o energía, más cantidades de grasas, saturados, azúcares y sal.
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Otros datos
Más información que debemos encontrar es: el peso o volumen, el país de origen y el lote de producción.
En el próximo post veremos los detalles desglosados de la lista de ingredientes para que no dudemos a la hora de elegir un producto u otro.