Hipercifosis torácica: Mejora tu postura

La salud articular de nuestro cuerpo es una preocupación para muchas personas, ya que prácticamente todo el mundo, en algún momento de su vida sufrirá dolores en la espalda. Tener conciencia postural, trabajar en rangos de movimiento seguros e identificar las causas que provocan daños a nuestra columna son algunas de las claves para mejorar nuestra salud vertebral. En el siguiente post, profundizamos en una de las patologías más frecuentes: la hipercifósis torácica. Si quieres saber de qué se trata y como puedes corregirla, te recomendamos que sigas leyendo.
¿Por qué es importante tener una columna sana?
La respuesta a esta pregunta puede parecer evidente, pero en muchas ocasiones nos encontramos con casos de personas que tienen patologías a nivel de columna, en grados iniciales o crónicos, que no le dan demasiada importancia al problema. Esto suele deberse a que la salud de la columna vertebral es una de esas cosas que no notamos hasta que desaparece. Y su integridad es importante ya que cumple las siguientes funciones:
Soporte
La columna vertebral nos sostiene y transfiere el peso entre las extremidades inferiores, el torso y las extremidades superiores. Gran parte de nuestra musculatura se origina e inserta en ella y casi la totalidad de los órganos de nuestro cuerpo están asociados a la columna.
Estabilidad
Debido a que la columna vertebral es una estructura articulada controlada por músculos posturales inmensamente fuertes, puede dar estabilidad mientras las extremidades están activas. Y así podemos correr, saltar o lanzar de manera coordinada y estable.
Movimiento
La locomoción no sería posible sin una buena función de la columna vertebral. Cualquier dolor o rigidez que disminuya nuestra capacidad para movernos provocará limitaciones severas.
Absorción de impactos
La curva natural de la columna vertebral en adultos, así como los discos intervertebrales, crean un sistema de resorte que nos permite realizar los movimientos del día a día sin sufrir daños internos. A medida que envejecemos, nuestros discos se degeneran y las curvas naturales se van deformando.
Integridad neurológica
La columna vertebral, proporciona un canal flexible pero protegido para la médula espinal y las raíces nerviosas. Todas las señales neurológicas que viajan del cerebro al cuerpo (excepto los nervios craneales) pasan a lo largo de este canal óseo.
Nuestra columna tiene una serie de curvas naturales (cifosis y lordosis) a lo largo de su recorrido que surgen en los primeros meses de la vida para hacer frente a la fuerza de la gravedad y repartir el peso que debe sustentar nuestro cuerpo. La cifosis dorsal es una curva natural de la espalda a la altura de los hombros. Cuando se produce un aumento de esa curvatura por encima de lo normal estamos ante un caso de hipercifosis. Coloquialmente lo conocemos como la chepa.
¿Cómo valoramos la hipercifosis?
Para realizar un diagnóstico y valoración correctos, es necesario acudir a especialistas que determinen con exactitud los grados del problema. Normalmente se suelen analizar los siguientes pasos:
- Aumento de la curva torácica. Es evidente que para determinar que existe una hipercifosis debemos apreciar un aumento de curvatura a nivel dorsal.
- Proyección de la cabeza hacia delante. Posiblemente, si la chepa no es demasiado prominente, es una manera muy visual de detectar este problema. La cabeza en lugar de situarse en la línea vertical, se proyecta marcadamente hacia delante, cuando lo normal es que fuese hacia arriba. A este detalle le sumamos los hombros "caídos" hacia delante.
- Aplanamiento del tórax. Como compensación de la curvatura en la espalda se produce un aplanamiento abdominal. El siguiente punto a observar es si existe un pequeño abultamiento en la parte superior del abdomen en compensación por el aplanamiento del tórax.
- Anteversión-antepulsión pélvica. Como compensación pueden originarse también alteraciones en la posición de la cadera que lleven las crestas iliacas hacia abajo y hacia delante y el sacro hacia arriba y hacia detrás.
- Acortamiento de isquiotibiales. Terminamos la valoración determinando si existe una disminución del rango de movimiento de la musculatura isquiotibial, debido a que la anteversión pélvica "tira" de ellos hacia arriba y aumenta su tensión en reposo.
Causas que producen la hipercifosis
Existen dos tipos frecuentes de hipercifosis:
- Dorsal larga: Más frecuente en niños y adolescentes. Hiperlaxitud generalizada.
- Dorsal alta: Se acompaña de una lordosis amplia. Rígida (disminución de la movilidad articular). Predisposición a la artrosis en edad adulta. Más frecuente en edades medias y avanzadas.
Los principales causantes del exceso de curvatura cifótica se explican a continuación. Algunas causas no se pueden prevenir, pero si podemos hacer un trabajo postural para minimizar el problema.
- Compensación de la hiperlordosis lumbar. Cuando tenemos un exceso de curva lordótica a nivel de las vértebras lumbares, puede aparecer un exceso de la curva contraria, es decir, la cifosis con el objetivo de repartir mejor la tensión que sufren las lumbares. Pero el problema se vuelve el doble.
- Factores genéticos. Existe cierta predisposición genética por la herencia de nuestros familiares que haga que seamos más propensos a sufrir este problema.
- Sobrecarga en edad de crecimiento.
- Postural. El causante de la mayoría de problemas de espalda. Los malos hábitos del día a día nos llevan a una postura muy nociva para la salud articular de nuestra columna. El principal enemigo es el sedentarismo. El smartphone, cuando estamos con el móvil inclinamos la cabeza hacia abajo y aumentamos la tensión en la zona cervical y dorsal. Al conducir acortamos la musculatura pectoral y nuestros hombros caen hacia delante. De manera similar ocurre cuando estamos varias horas en frente del ordenador.
Ejercicios para el tratamiento de la hipercifosis
Las estrategias de los programas de entrenamiento para corregir la actitud cifótica van encaminadas a fortalecer la musculatura debilitada, y a mejorar la movilidad articular, para lograr unos rangos de movimiento óptimos. Cuando existen hipercifosis estructuradas o rígidas, de mayor gravedad, es conveniente valorar las técnicas ortopédicas y en casos más severos valorar la posibilidad de cirugía. Los ejercicios que exponemos a continuación están orientados para actitudes citóficas causadas por malos hábitos posturales. Debemos hacer hincapié en:
- Reducción en la actitud
- Concienciación, flexibilidad, fortalecimiento
En el próximo post profundizaremos en ejemplos que podremos aplicar en nuestras rutinas de estiramientos y ejercicios de fuerza.