Márcate una meta: si tienes objetivos, triunfarás

Un año más nos acercamos al final del verano y la vuelta a la rutina se hace inevitable. Algunos añoran las vacaciones, mientras otros buscan rápidamente los hábitos cotidianos para coger el ritmo cuanto antes tras el parón estival. En el post anterior veíamos algunas de las claves nutricionales para adaptarnos, de la mejor manera posible, a la nueva temporada con un estilo de vida saludable. También existen fórmulas para buscar la constancia y la continuidad en el plano deportivo. Tener objetivos en el deporte, como en la vida, es básico. A continuación vamos a hablar de la fijación de metas.
Septiembre, junto con Año Nuevo, es la época del calendario en la que más propósitos se realizan, será el tiempo quién dicte sentencia sobre si se cumplen o no. Ante todo, para lograr esos propósitos es fundamental fijarse una meta, un objetivo. Necesitamos algo que nos motive, que nos empuje día a día para sacrificarnos, entrenar y ser constantes. Requiere paciencia, pero la recompensa lo merece.
Adecua tu meta
En primer lugar cuando fijamos nuestro objetivo, debe establecerse acorde a nuestras características. Si somos demasiado ambiciosos, posiblemente abandonemos por frustración, ya que el reto será inalcanzable. Por el contrario si somos conformistas, y el objetivo es demasiado fácil, el aburrimiento y la monotonía harán que la tarea no nos resulte atractiva y desistiremos pronto en el intento. En el término medio está la virtud. Es imprescindible que tenga un cierto punto de exigencia, pero que al final del proceso, la meta resulte alcanzable. Muchos sueñan con acabar una maratón, algunos otros ambicionan terminar su primer triatlón, y son mayoría los que desean tener un reto tras ver la satisfacción de amigos o familiares cuando consiguen los suyos propios. Sea cual sea, la dedicación y las ganas son seña de identidad de este largo recorrido.
Sé constante
Para tener tu propio objetivo debes saber que el camino es en ocasiones arduo, pero no nos planteamos abandonar. Si queremos triunfar es importante marcarse pequeños desafíos parciales. Esto provocará que nuestra motivación no decaiga y lograr el éxito final será mucho más fácil. También debemos ser conscientes que en el deporte no todo son alegrías. Si no conseguimos algo a la primera no pasa nada, por desgracia no seremos los primeros ni los últimos, pero el tesón de perseverar, levantarse y buscar nuevas metas hará que nuestra experiencia cobre mucho más sentido pues desarrollaremos valores como el esfuerzo y la superación, innegables en cualquier deportista.
Cada uno debemos establecer nuestros propios límites. Un error muy común es compararnos con los demás. No todos tenemos el mismo ritmo de aprendizaje, voluntad de mejorar o simplemente no podemos dedicar todo el tiempo que nos gustaría. Tu reto debes fijarlo tú, y al conseguirlo te habrás superado a ti mismo.
Existen multitud de actividades en las que podemos desarrollar nuestro reto. La próxima semana abordaremos el siguiente tema: ¿Cómo me inicio en el running? Muchas veces por desconocimiento y falta de información no logramos coger continuidad cuando salimos a correr, no disfrutamos de la actividad y fracasamos una y otra vez en nuestro empeño de convertirnos en corredores.
Hablamos de deporte, pero por supuesto esto es aplicable en nuestra vida cotidiana. Las decisiones que tomamos en el presente determinan nuestro futuro. Si buscas un objetivo ya sabes que hacer para alcanzar tu meta final. Trabaja por lo que deseas y alcanzarás todo lo que te propongas.