4 consejos saludables para comer en verano

El período estival es el momento del año en el que más alteramos nuestros hábitos alimenticios. Debido a las altas temperaturas, nuestro apetito no es el mismo. También, al irnos de vacaciones nos vemos expuestos a una nueva rutina nutricional. Y si añadimos el mayor número de "compromisos" con amigos y familiares en terrazas y barbacoas, el cambio a la hora de alimentarnos, acaba siendo más drástico de lo que nos imaginábamos.
Todas estas circunstancias no tienen por qué significar que dejemos los hábitos saludables de lado. Es cierto que tampoco tenemos que obsesionarnos con la alimentación, incluso puede resultar conveniente que nos demos un respiro durante unos días. Pero tampoco quiere decir que debamos abandonarnos a nuestra suerte durante dos meses y pensar aquello de "ya en septiembre empezaremos con la dieta (otro año más...). No nos cansamos de repetir una y otra vez, que el día a día nutricional está marcado por rutinas y hábitos, que por supuesto, también tienen cabida en el estío. A continuación, te proponemos una serie de consejos para saborear y disfrutar del verano de forma sana.
Disfruta la fruta
Siguiendo aquello que decía el famoso lema comercial, la fruta es uno de los alimentos más interesantes para estos meses. Nos aporta multitud de vitaminas y minerales, además de hidratarnos, lo que resulta especialmente importante cuando el termómetro alcanza los valores más altos. En verano, la variedad de frutas que encontramos en el mercado, es la más grande de todo el año, por lo que elegir y encontrar algo apetecible resulta mucho más sencillo. Como consumidores, es importante adquirir productos de temporada, y de origen nacional, evitando aquellos que recorren miles de kilómetros hasta llegar a nuestras mesas. Tenemos la responsabilidad de organizar nuestros hábitos de consumo, sin que nos lo impongan.
Dale una vuelta a la cocina
Parece que algunos alimentos tienen vetada la presencia en el menú semanal. Es el caso, por ejemplo, de las legumbres. Es cierto que no apetece comer un plato caliente de cuchara, pero simplemente con darle una vuelta a nuestras recetas tradicionales, encontraremos muchas formas de tomarlas. Combinadas en ensaladas frías o templadas, son un plato delicioso. Hay mundo más allá de las ensaladas de pasta. Pueden dejarse preparadas con antelación, sin necesidad de calentarse. Por ello, resultan una opción ideal para despreocuparse de tener que cocinar a diario y, además, nos las podemos llevar a cualquier lado, por ejemplo, para comer en la playa. En el próximo post, veremos algunas de las recetas que pueden encajar perfectamente en nuestros planes veraniegos.
Atracones no, gracias
Comer fuera de casa, y en vacaciones, suele ser el mayor "peligro" al que nos enfrentamos. A la hora de elegir en la carta, es preferible quedarse corto de comida. Elige aquellos platos que te apetezcan, comiendo con tranquilidad y disfrutando de la compañía. Los postres y el alcohol con moderación. Evita salir rodando del chiringuito.
Un poco de ejercicio
Normalmente, la sensación de estar todo el día comiendo, viene acompañada de una ingesta energética mucho más alta de lo habitual. Para quemar ese exceso de calorías, busca alguna actividad que te apetezca e implique movimiento. Caminar, nadar o montar en bici son algunas de las opciones más populares, pero hay otras muchas más. Busca la que te atraiga, e incorpórala a tu rutina. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!.