Los macronutrientes: Aporte y clasificación

Siempre que organizamos un menú o una dieta, rápidamente estructuramos los alimentos en función de los macronutrientes que nos aportan y de su clasificación. Los 3 famosos grupos de macronutrientes no son otros que los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Se denominan bajo ese término porque los tomamos en grandes cantidades ¿Qué nos aporta cada uno? Vamos a conocer un poco más de cada uno de ellos.
Hidratos de carbono
Principalmente su función es la de aportarnos energía. Son indispensables cuando hacemos ejercicios prolongados de intensidad media-alta. Identificamos rápidamente el arroz, la pasta o las patatas como los alimentos con mayor contenido de este nutriente. Los encontramos especialmente en alimentos de origen vegetal y se clasifican dependiendo de su velocidad de absorción y estructura en:
-
Simples o de absorción rápida
Los utilizamos de forma instantánea porque pasan en poco tiempo a la sangre, siendo una fuente casi inmediata de energía (todos hemos notado ese “subidón” al consumir azúcar). Destacan la glucosa (fuente de energía para las células del cerebro), la fructosa (frutas y verduras), la sacarosa (es el azúcar común de consumo habitual, formado por glucosa + fructosa), la maltosa (por ejemplo se encuentra en la miel) y la lactosa (presente en la leche, unión de glucosa y galactosa)
-
Complejos o de absorción lenta
Formados al combinarse 3 o más moléculas de glucosa (los conocemos como polisacáridos). De los más conocidos es la maltodextrina, habitual de las bebidas deportivas. En los animales aparecen en forma de glucógeno y en los vegetales como almidón. Nuestro organismo los almacena en su forma compleja aunque de forma limitada.
Grasas
También conocidas como lípidos. Presentes en nuestro organismo básicamente como colesterol, triglicéridos y fosfolípidos. A pesar de que los asociemos a enfermedades como la obesidad, las grasas son indispensables para vivir. Nos aportan energía (y mucha) a intensidades bajas y medias, ya que su poder energético es el más alto (1g de grasas aporta 9kcal frente a las 4 kcal que aportan las proteínas y los hidratos). Además nuestros depósitos de grasas son unas 10 veces mayores a la cantidad que almacenamos de hidratos. Así, distinguimos las grasas en función de su procedencia:
-
De origen animal:
saturadas (carne y derivados) o poliinsaturadas (pescado)
-
De origen vegetal:
monoinsaturadas (aceites, frutos secos…)
Circulan por la sangre en forma de lipoproteínas (en función de su densidad se clasifican como VLDL, LDL, HDL). Estas siglas nos recuerdan a los valores del colesterol (LDL y HDL-colesterol)
Proteínas
Su principal función es estructural. Encargadas de formar nuestros músculos, tendones, ligamentos… Solo se utilizan a nivel energético en procesos en los que nuestros depósitos de grasas e hidratos están bajo mínimos y el organismo tiene que “destruir” músculo para seguir obteniendo energía (esto suele ocurrir por ejemplo en carreras de ultra distancia). Se forman a partir de los aminoácidos. Las necesitamos para recuperarnos después de entrenamientos exigentes, para formar hormonas, enzimas y neurotransmisores.
Para llegar al aporte proteico que necesitas, existen suplementos a base de proteínas que te ayudarán a alcanzarlo, por ejemplo Whey Protenium, unas excelentes proteínas de suero de leche, altamente asimilables y con una amplía gama de sabores.
Ya conocemos un poco más de los macronutrientes que forman los alimentos que consumimos día a día. En el próximo post resolveremos algunas preguntas como ¿En qué momento del día es mejor consumir cada uno? ¿En qué cantidad debemos comerlos? ¡Os esperamos!