Ponte en forma con la llegada del verano

Los meses estivales suelen caracterizarse por unos cambios de rutina drásticos en comparación con el resto del año. Parece que mantener los hábitos se complica, el número de compromisos y eventos sociales aumenta y nuestra agenda se llena. Todas estas circunstancias hacen que seguir el ritmo de entrenamiento y alimentación saludables se complique. En verano, aun siendo la época favorita de mucha gente no está exento de novedades.
Los cambios veraniegos
Ocupación
Parece que en verano, siempre hay algo que hacer: un evento social, un proyecto de casa, actividades con los niños que ya han finalizado el colegio... La ocupación de nuestro tiempo tiende a ser mayor y nos queda menos tiempo para nosotros mismos por lo que el descanso puede verse reducido y el estrés aumente.
Cambios nutricionales
Llega el buen tiempo y con él aparecen las terrazas, los chiringuitos, las barbacoas... eventos con unos alimentos muy característicos, pero que en la mayoría de las ocasiones son poco saludables. No hay que obsesionarse con esto, pero tampoco pensar "ya lo arreglaremos en septiembre". El consumo de alcohol también aumenta y se reduce la ingesta de frutas y verduras, la pesadilla de cualquier nutricionista que vigile nuestra alimentación.
Parece todo catastrófico, pero nada más lejos de la realidad, el verano es una época que nos puede aportar una enorme cantidad de aspectos positivos.
¿Cómo puede mejorar nuestra salud en verano?
La mayoría de las personas suelen sentirse mejor en los meses de verano. Si, el verano es el momento más activo del año y lleno de múltiples posibilidades para mejorar nuestro estado de salud:
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La luz del sol
La influencia del sol en nuestras vidas es determinante, no podemos negar que el ánimo cambia con el mal tiempo. Más allá de las concepciones personales sobre el clima, la exposición a la radiación solar de forma moderada tiene una gran ventaja sobre nuestro cuerpo. Sin tener en cuenta el aspecto estético del bronceado, tomar el sol nos permite asimilar y producir vitamina D, esencial en el metabolismo del calcio y que tiene influencia también sobre nuestro cerebro. Está ampliamente confirmado que las personas que no toman suficiente sol por climas con menos horas de luz (especialmente en los meses de invierno), tienen más probabilidad de sufrir depresión.
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Estado de ánimo
Relacionado con el punto anterior, en verano solemos ser más felices. Esto también es debido quizás a un mayor número de eventos sociales y por supuesto a las tan ansiadas vacaciones. Desconectar de la rutina hace que nos relajemos y disfrutemos mucho más allá del día a día. Aumentan los compromisos sociales, la interacción social es importante para nuestro bienestar, la excusa de "no tengo tiempo" pierde fuerza en verano y nos movemos más.
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Contacto con la naturaleza
El buen tiempo nos ayuda a disfrutar más del medio ambiente, a salir del estrés de la ciudad y al ritmo de vida frenético. Es el momento ideal para perderse lejos de las grandes urbes y entrar en contacto con la naturaleza. Aprovecha el verano para hacer planes distintos, actividades como el trekking o experiencias acuáticas. La excusa es aumentar el nivel de ejercicio físico con opciones que no solemos hacer durante el resto del año.
¿Cómo puedo hacer que mi verano sea más saludable?
Cada día es una nueva oportunidad para mantener un estilo de vida activo o incluso para comenzar con una rutina saludable y romper con los malos hábitos. El verano es un gran momento del año para mejorar tu salud, no te abandones y dejes todos los deberes para septiembre, aprovecha para organizarte con tiempo.
1. Planifica
Vale que las vacaciones nos sirven para desconectar (dos o tres semanas), pero eso no quiere decir que durante los tres meses de verano nuestra actividad física se reduzca al mínimo. Si te organizas con calma, y proponiéndote unos objetivos asequibles, sin pretender hacer deporte por encima de las posibilidades reales, es muy factible mantener una constancia deportiva. No es necesario seguir con las actividades del resto del año con una gran exigencia, es buen momento para plantear nuevas opciones. Si el calor no te permite salir a correr, busca una alternativa acuática, el caso es encontrar un nuevo reto para el periodo estival.
2. Lo más importante es tu salud
Hacer ejercicio físico puede suponer un "sacrificio" para muchas personas, especialmente para aquellas que no están habituadas. Sin embargo, resulta imprescindible comprender que nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan la actividad física para estar sanos. No esperes a tener un exceso de peso o a llegar a niveles de abandono total. El deporte es parte de tu vida y el mejor aliado para sentirte bien. Dependiendo de tu tiempo prioriza tus compromisos de este verano, pero considera que tu salud es lo más importante.
3. Socializa de manera sana
Es quizá el punto más controvertido. Las quedadas, reuniones y demás eventos veraniegos suelen hacerse en torno al alcohol y a la alimentación poco sana (que por desgracia abunda en chiringuitos y terrazas). A pesar de ello, es posible disfrutar sin tener que caer una y otra vez en comidas poco recomendables o beber en exceso. El acto de ser social no implica una necesidad de tener hábitos nocivos. Elige bien tus opciones nutricionales y no pongas la excusa de " un día es un día".